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domingo, julio 01, 2012

Paredes llenas de chicles pegados.

Entre las excentricidades turísticas del planeta, hemos encontrado una que nos llama mucho la atención, no sabemos muy bien si por el arte, por lo asqueroso que parece o simplemente por curioso. Paredes repletas de chicles mascados! No creáis que por ser de chicle carecen de historia, viajamos hasta América para visitar dos calles que bien podrían dejarnos enganchados.

Por un lado encontramos un callejón conocido como el "Bubblegum Alley", este callejón de 20 metros de largo está situado en el centro del pueblo San Luis Obispo, en California, y sus paredes tienen una altura de unos 4 metros. Según los historiadores y el Ayuntamiento de la ciudad, no se sabe muy bien el origen de esta curiosidad, algunos dicen que todo empezó durante la II Guerra Mundial, cuando los estudiantes del instituto de la zona se graduaban. Otros dicen que comenzó en los 50, con una rivalidad entre el instituto de San Luis y el de un pueblo vecino... 

Debido a las quejas de vecinos y comerciantes de la zona, que protestaron porque consideraban el estado de esta calle desagradable e insalubre, el lugar fue sometido a dos concienzudas limpiezas, la última, en 1985, pero no sirvió para nada pues los chicles regresaron para ocupar su lugar y los enemigos de "Bubblegum Alley" decidieron arrojar la toalla.


Y por otro lado en Seattle, Estados Unidos, se encuentra la "Gum Wall", Situada en Market Place Park, el Muro de los chicles tiene su inicio en la década de 1990, cuando la gente molesta porque tenían que hacer una larga fila de espera para conseguir entradas para el teatro, empezaron a pegar chicle en la pared. Al principio, usaban los chicles para pegar monedas pequeñas en la pared, pero con el tiempo, la tradición de las monedas desapareció, y se mantuvo la de los chicles. Pese a que en un principio los empleados iban retirándolos, finalmente en 1999, se quedaron ahí para siempre y se convirtieron en un atractivo más para la ciudad.

No podemos negar que tanto la "Gum Wall" como el "Bubblegum Alley" son lugares realmente curiosos y llamativos. Puede que no sean del todo higiénicos y a más de uno seguro que le produce cierta angustia, pero forman parte de los típicos lugares que no se olvidan, así que ya sabéis, si pasáis por allí alguna vez, no olvidéis llevar chicles de colores y dejad vuestra huella en esta obra.

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