Ouya, una consola basada en Nvidia Tegra 3 y Android 4.0 que costará tran solo 80 euros, ha triplicado la cantidad que necesitaba para financiarse, 950 mil dolares, a través de la plataforma de financiación colectiva de proyectos Kickstarter.
No ha sido el primer proyecto que se consigue financiar de esta manera; el videojuego Double Fine Adventures obtuvo tres millones de dólares en dos meses. En el caso del reloj inteligente obtuvieron más de 30.000 reservas. El esbozo de consola Ouya ha pulverizado estas cifras.
No se puede comparar por potencia con una PlayStation actual, por ejemplo. Solo tendrá ocho gigas de memoria interna, soporta dos mandos y está pensanda para descargar los juegos de Internet y jugar en línea.
La intención es devolver el placer del juego tradicional de televisión a un coste bajo. Se trata de volver al mando de siempre y la pantalla del salón, de hecho el reclamo es "la revolución será televisada" y con todo el catálogo gratis.
Un guiño adicional ha sido clave para su éxito de difusión: "Háckers, bienvenidos". Mientras que el resto de fabricantes evitan que sus aparatos se abran, modifiquen o se usen para fines diferentes a los que se pensaron, con Ouya quieren todo lo contrario, que el dueño de la consola lo convierta en lo que quiera... Si es capaz, claro.
Más de 22.000 personas han mostrado su apoyo de la manera más explícita, abriendo la cartera. Las participaciones van desde ocho euros (10 dólares) a más de 8.000, cifra que solo han desembolsado cinco inversores. Cuanto mayor sea la cantidad aportada, mayor será el reconocimiento. La versión más popular ha sido 95 dólares, 77 euros, para hacerse con una de las primeras consolas.
No ha sido el primer proyecto que se consigue financiar de esta manera; el videojuego Double Fine Adventures obtuvo tres millones de dólares en dos meses. En el caso del reloj inteligente obtuvieron más de 30.000 reservas. El esbozo de consola Ouya ha pulverizado estas cifras.
No se puede comparar por potencia con una PlayStation actual, por ejemplo. Solo tendrá ocho gigas de memoria interna, soporta dos mandos y está pensanda para descargar los juegos de Internet y jugar en línea.
La intención es devolver el placer del juego tradicional de televisión a un coste bajo. Se trata de volver al mando de siempre y la pantalla del salón, de hecho el reclamo es "la revolución será televisada" y con todo el catálogo gratis.
Un guiño adicional ha sido clave para su éxito de difusión: "Háckers, bienvenidos". Mientras que el resto de fabricantes evitan que sus aparatos se abran, modifiquen o se usen para fines diferentes a los que se pensaron, con Ouya quieren todo lo contrario, que el dueño de la consola lo convierta en lo que quiera... Si es capaz, claro. Más de 22.000 personas han mostrado su apoyo de la manera más explícita, abriendo la cartera. Las participaciones van desde ocho euros (10 dólares) a más de 8.000, cifra que solo han desembolsado cinco inversores. Cuanto mayor sea la cantidad aportada, mayor será el reconocimiento. La versión más popular ha sido 95 dólares, 77 euros, para hacerse con una de las primeras consolas.
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