La noticia salió en los principales periódicos del mundo, incluidos The New York Times y The Washington Post donde afirmaba “Estoy tan indignada viendo lo que esta gente ha estado haciendo con el dinero de todos como si fuera de ellos”... Pero no era verdad, Biurrún ha seguido utilizando el coche oficial, que conduce un chófer municipal.
Según muestran unas fotos tomadas el pasado 10 de junio a las que ha tenido acceso El PAÍS, Biurrún y Santiago Fernández, su esposo y concejal de Urbanismo, así como el secretario municipal y el chófer del Consistorio subieron al coche oficial.
Un portavoz municipal confirmó que ese día Biurrún utilizó el vehículo, un Renault Laguna, para acudir a una reunión en la Dirección General de Administración Local. “Se sigue utilizando el coche, pero únicamente para actos que tienen que ver con el Ayuntamiento. Y no solo la alcaldesa”, confirma Ángel Guirao, concejal de Comunicación.
La bienvenida a su página web es “Políticos de anuncio”, y se ve a la alcaldesa cruzando un paso de cebra. En una entrevista en la cadena de televisión Cuatro, Biurrún llegó a declarar: “Nosotros sufragamos nuestros gastos, nuestros vehículos, nuestras gasolinas. El anterior alcalde tenía coche oficial, que alguien me aclare por qué hay tanta necesidad de coche oficial. Es algo que a mí no me entra en la cabeza. Es una cuestión de estética más que económica. No es cuestión de ir con un coche que no es tuyo”.
Y todo este artículo simplemente viene a decir, que una vez mas, llueve sobre mojado.
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