Un asteroide del tamaño de un avión de pasajeros, ha "rozado" la Tierra el pasado Domingo de Ramos. Su nombre científico es el 2012 EG5. La roca espacial ha pasado a menos distancia que la que separa la Tierra de la Luna.
El asteroide tiene unos 48 metros, según el programa de seguimiento de objetos cercanos a la Tierra del JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA, y ha pasado a unos 230.000 kilómetros de la Tierra.
Hay quienes insisten en preguntar ¿Qué habría pasado si el enorme visitante hubiera modificado su trayectoria y se hubiera estrellado con la Tierra?.
Los asteroides son una amenaza latente para nuestro planeta y los expertos sobre el tema son incapaces de predecir con certeza cuándo podría ocurrir una catástrofe. Lo que sí pueden hacer, sin embargo, es construir un mecanismo de defensa. Justamente esa es la tarea que se impuso Alan Harris, investigador de asteroides en el Centro Aeroespacial de Alemania, en el mes de enero, Harris estableció una colaboración internacional de 13 investigadores para estudiar métodos que protejan nuestro planeta de los Objetos Cercanos a la Tierra.
El proyecto se llama NEOShield, "un escudo" para la Tierra contra dichos cuerpos celestes. El asunto es, “estar en el lugar adecuado en el momento adecuado para darle al objeto el empujón adecuado en otra dirección”.
No es el primer asteroide que hemos visto estos días. La semana pasada, otros dos asteroides más pequeños pasaron por nuestro sistema solar en su peregrinaje por el Universo.
Otra roca espacial, el asteroide 2012 FA57, descubierta el 28 de marzo, se acercará a la Tierra. Pasará a una distancia un poco más allá de la órbita de la Luna.
1 comentario:
Así que la famosa espada no era de Damocles sino de 'piedra'.
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