Seguro que alguna vez habéis oído decir que las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza, algo que en principio puede resultar abstracto y difícil de visualizar a través de formulas y ecuaciones. La sucesión de Fibonacci es un buen ejemplo de ello, es la serie infinita de números naturales que resulta de la suma de los dos elementos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377....
Parece un simple juego de cuentas para niños ¿no?, Pues Cristóbal Vila, de Etereaestudios.com, realizó un breve vídeoclip realmente atractivo en el que podrás ver como los números se transforman en las formas que adornan nuestra realidad.
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