El plan consiste en enviar una sonda espacial que capture un asteroide cercano a la Tierra, enganchándose a él y envolviéndole en una bolsa, para después desviar su trayectoria hasta situarlo en el Punto de Lagrange EML2, en donde las fuerzas gravitatorias de la Tierra y la Luna se equilibran, de manera que el asteroide puede mantenerse estacionario.
Posteriormente, la nave espacial Orión sería lanzada desde la Tierra con dos astronautas en un viaje de nueve días hasta llegar al asteroide capturado, valiéndose del impulso dado por la fuerza de gravedad de la luna.
Al llegar al asteroide los astronautas acoplarán su nave a la sonda espacial con una pasarela que les permitirá dar un paseo hasta la superficie con el objetivo de recoger muestras y estudiar su superficie.
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