En este experimento –que es de hace un par de años ya– llevado a cabo por Bartneck, van der Hoek, Mubin y Mahmud se concluyó que los voluntarios tardaban más del triple en apagar al robot si era amable e "inteligente" (34 segundos) frente a cuando era irascible y no mostraba signos de inteligencia (11 segundos).
La cuestión es: ¿llegará un momento en que nuestra humanidad nos impida apagar a un robot que suplica por su "vida"? ¿Será esa la señal de que ha alcanzado el nivel de la inteligencia artificial? O, como se pregunta Jacob Sloan de Disinfo:
¿Adquirirán las máquinas que fabricamos la habilidad de convencernos de que están, de hecho, vivas?
Vía: Microsiervos
No hay comentarios:
Publicar un comentario